El ilustre mago, de César Aira

julio 6, 2013 at 2:55 pm Deja un comentario

César Aira, El ilustre mago, novela, Argentina, Biblioteca Nacional, “Libros del Bicentenario”, 2013, 166 páginas de cinco por ocho centímetros y en estuche de cartón.

Según se puede leer en la introducción El ilustre mago es un relato expresamente escrito por César Aira para la colección de los minilibros de la Biblioteca Nacional, esos que gracias a la mañosa inflación, que tanto conspira contra el arte, al comienzo se cambiaban por una moneda de un peso y ahora por un billete de cinco o unos cuantos más en los sitios de reventa por la internet.

César AiraLa trama es una nueva recreación del Fausto, en este caso con el escenario de fondo del Parque Rivadavia, el barrio de Caballito, los bares de su alrededor y un escritor que, en primera persona y atesorando fugaz aura autobiográfica, se debate en el dilema trágico que le propone una encarnación del Mefistófeles criollo, y que supone el abandono del leer y el escribir. En fin, una suerte de chiste que da para un aparte en alguna charla pública, la columna de alguna revista de humor o nota de color de suplemento literario, pero que cuando debe convertirse en historia y se estira para semejar una aventura narrativa de cierto porte termina naufragando de la peor manera. La pendiente hacia abajo conduce, en consecuencia, hacia un cierre que, más allá de la parodia plebeya del dios-de-la-máquina, se muestra particularmente soso y forzado.

La novela es uno de los intentos más pobres que le conocemos al autor de La luz argentina. Parece increíble –tratándose nada más y nada menos que de César Aira– se deba arriesgar la opinión de que El ilustre mago está escrito sin ganas, rapidito, como si a las pocas páginas se le hubiera acabado la nafta escritural y solo permaneciera la inercia para llegar hasta una suerte de punto final.

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