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Censuran en la revista Veintitrés –una de las más beneficiadas por la pauta publicitaria oficial– un artículo sobre la masacre de Once (¿adivinan por qué?)

La revista Veintitrés, propiedad del empresario kirchnerista Sergio Szpolski, censuró el pasado jueves un artículo del periodista Tomás Eliaschev. Su nota sobre la masacre de Once fue mutilada y tergiversada cuando ya había sido encargada, redactada, editada y enviada a impresión por los editores de la revista. Diego Rojas publicó una muy interesante donde da cuenta del caso.

Dice Rojas: «La revista, que por lo general está los jueves por la noche en los kioscos, recién llegó a esas bocas de expendio el viernes bien entrada la tarde. Según relataron fuentes que prefirieron conservar el anonimato, el mismísimo Sergio Szpolski se habría apersonado el jueves por la mañana en la gráfica donde se imprime la revista y dado la orden que caracterizó en cierto momento a cierto periodismo, pero de distinto talante: ‘¡Paren las rotativas!’. El motivo no era una primicia, sino la censura. Al parecer, tenía motivos. Esa misma tarde, Juan Pablo Schiavi reprocharía públicamente la columna de Roberto Caballero en Tiempo Argentino (diario insignia hiperultra K del grupo 23) que, falsamente, anunciaba el fin del menemismo en el ferrocarril. Para Schiavi, suponer que su gestión era parte de esa forma de la política resultaba ofensivo y lo reprochaba en público. Las fuentes suponen que el tirón de orejas había llegado antes y, para prevenir mayores enojos estatales, Szpolski habría decidido rearmar la revista.»

La nota completa se puede leer aquí.

febrero 28, 2012 at 6:31 pm Deja un comentario

Entrevista a Diego Rojas, el periodista autor de ¿Quién mató a Mariano Ferreyra?

El pasado lunes 4 de abril, cuando se cumplía un nuevo aniversario del asesinato del maestro neuquino Carlos Fuentealba, concurrió al programa radiofónico Desde el aula Diego Rojas, para ser entrevistado al aire acerca de la reciente publicación de su ensayo ¿Quién mató a Mariano Ferreyra? El libro había sido presentado el viernes anterior en una sede de la Universidad de Buenos Aires frente a cientos de personas y animando un interesante debate. De alguna manera el periodista trajo a la casa de la calle Lambaré el eco de esos dichos y polémicas. La charla fue desde las escuelas en las que Rojas aprendió a escribir hasta, por supuesto, la descripción de los diversos pasos de la investigación acerca de la muerte de Ferreyra a manos de una patota enviada por los jerarcas sindicales de la Unión Ferroviaria. En el momento en que se realizaba la entrevista crecían los rumores acerca de que José Pedraza, el secretario general de la UF, seguiría procesado por la justicia aunque sería liberado. Por suerte el chisme no se confirmó.

A continuación transcribimos un fragmento de la conversación:

Desde el aula: – Seguramente la pregunta que sigue ya te la han hecho repetidamente pero es inevitable dado que uno de los aportes más interesantes de tu libro es el reportaje -hasta donde sabemos el único después del asesinato de Mariano Ferreyra- que lograste arrancarla a José Pedraza. Entonces, ¿por qué no nos contás esa experiencia? ¿Cómo fue dialogar con Pedraza, mirar a los ojos a quien sabés que mandó a matar a un joven trabajador y estudiante para conservar un negocio inmoral?

Diego Rojas: -(…) La verdad es que fue, a la vez, una de las experiencias más raras, conmocionantes y necesarias de mi vida. Pedraza me contó que no quería dar entrevistas a los medios comerciales porque la prensa siempre lo termina mostrando, decía, como un “sindicalista empresario”… (Risas.) Qué otra cosa es, ¿no? Pro bueno, se subía las mangas para mostrarme que no tenía pulsaras de oro ni relojes costosos como algunos habían dicho. Por lo demás me impresionó como una suerte de abuelo, simplemente vestido, y que en cualquier momento se iba a levantar para llevar a sus nietos a la plaza. Tiene algún tipo de enfermedad que hace que las manos le tiemblen todo el tiempo, y eso suma a su persona un halo de fragilidad. Más allá de eso yo fui dispuesto a ponerme firme y hacer todas las preguntas que tenía pensadas, y que habían surgido de la investigación, en eso no pensaba aflojar.

Por otra parte tenía frente a mí a un sindicalista que con su biografía expresa buena parte de la historia argentina de las últimas cinco décadas, o más, y describe una dramática paradoja. Yo cito varias veces en mi libro la inspiración que el escrito de Rodolfo Walsh ¿Quén mató a Rosendo? constituye para mí, ese volumen y Walsh mismo como periodista y escritor fuerte y decisivo; ¡y tenía frente a mí a alguien que había conocido y compartido ideas y palabras con Walsh! Es significativo señalar que Pedraza, además de su origen humilde y  como trabajador, se inició políticamente en la izquierda del Partido Socialista, junto a Juan Carlos Coral entre otras figuras, es decir casi un filo-trotskista; más tarde se acercó al peronismo de izquierda, fue entonces que conoció a Walsh, puesto que Pedraza fue uno de los principales animadores de la CGT de los Argentinos y de su famoso semanario, en el que Walsh trabajó junto a Horacio Verbitsky y Rogelio García Lupo, por ejemplo. En el libro yo destacó la mención alabatoria que hace de él Juan José Hernández Arregui en uno de sus ensayos a partir de la lectura de encendido panfleto que Pedraza redactó… Increíble. Más tarde se alejó, se llamó medio a silencio durante la dictadura y volvió con todas las luces en la época del menemismo, fue partícipe principal de la destrucción de los ferrocarriles argentinos, de su privatización, y después armó con sus restos, junto a empresarios “amigos” y los subsidios del gobierno  kirchnerista el fabuloso negocio de las empresas mercerizadas.

Lo de las mercerizadas lo plantea como una necesidad de la coyuntura, una iniciativa lanzada por Néstor Kirchner, Julio De Vido, Ricardo Jaime, ahora Juan Pablo Schiavi, el secretario de Transporte, que se extendió más de lo debido, pero que se estaba por “arreglar” cuando ocurrió el crimen. (…)

Difícil de creerle a un señor que se compró hace un tiempo un departamento por más de un millón de dólares y  por cuyas expensas desembolsa ¡cuatro mil pesos al mes!

Por momentos entrevistarlo me dio un poco de asco, de impotencia, sobre todo en el momento en que se puso a especular acerca de hasta dónde podía llegar la “cosa”, refiriéndose a su procesamiento y el otros dirigentes de la Unión Ferroviaria. ¿Hasta el juicio oral?, me decía; vamos, declaramos, un par de mañanas perdidas a lo más y listo. Me parece que por entonces él calculaba que zafaba de la cárcel. (…)

Así, cada tanto se le pasaba algo por la cabeza y cambiaba un poco el tono con el que estaba hablando. Por ejemplo, cuando afirmó que nadie del sindicato estaba implicado en el asesinato; yo le recordé que había testimonios que constaban en la causa donde se daba cuenta que a las pocas horas el barrabrava de Defensa y Justicia, y “empleado” de los talleres de Remedios de Escalada, Cristian Favale, seguramente el autor material del crimen, había andado jactándose en su lugar de trabajo de que “le hice un agujero en la barriga”, mientras se sonreía y hacía el gesto de gatillar con sus dedo en el aire. ¿Por qué nadie dijo nada entonces?, le pregunté, y él me contestó: “¿Qué te crees? ¡Los ferroviarios no somos botones!”. En la presentación de mi libro, hace tres días, uno de los invitados fue Jorge Altamira, del Partido Obrero, y él allí alertó de que existía la fuerte y confiable información de que a Pedraza lo iban a dejar en libertad, y llamó a movilizarse para impedirlo. A mí la cuestión me indigna, casi no me deja dormir. ¿Te imaginás? Ese asesino, con todas las pruebas que hay, ¡en libertad! Hagamos fuerza para que no suceda, nunca, es un deber, ¿no?

A continuación publicamos como material complementario algunos de los apuntes a partir de los cuales Rojas fue tramando la entrevista a Pedraza y un borrador acverca de los motivos que llevaron a que el libro se llame como se llama. Además de estos escritos el autor nos envió la foto que se reproduce arriba, que salió en la nota que le realizara la revista Los Inrrockuptibles y que es obra de Lola García Garrido.

Por qué el título del libro

Este libro se titula ¿Quién mató a Mariano Ferreyra?, en una clara alusión a la clásica obra de Rodolfo Walsh. La referencia no es casual. Cuarenta y dos años después de que el escritor denunciara el trasfondo del asesinato de Rosendo García a manos de la patota sindical vandorista, Mariano Ferreyra caía abatido por un disparo surgido de bandas de características similares. Similares, pero no iguales. Los parecidos entre unos y otros son muchísimos. El sindicalismo de Vandor como el de Pedraza se asemejan en su alejamiento completo de la defensa de los intereses de los trabajadores, supuesto objetivo natural de los sindicatos. Son corruptos, se venden a las patronales, se identifican con sus intereses, responden a un criterio político dominado por el oportunismo y el seguidismo a los poderes de turno, apelan a la violencia para acallar a los opositores y no dudan a la hora de cometer crímenes para mantener sus privilegios. Sin embargo, hay elementos novedosos en la putrefacción que atraviesa a un gran sector del sindicalismo dominante en la actualidad. Si bien en el pasado el vandorismo -una tradición que se extendió hasta los años noventa- gozaba de las dádivas que les ofrecían los empresarios o el Estado debido a sus favores, y si bien podían incluso conformar empresas que los alejaban aún más del rol que debían desempeñar; no se habían manifestado tan claramente como hoy como sectores ajenos a la clase trabajadora. No se habían manifestado como su claro opuesto. Desde José Pedraza hasta Hugo Moyano, muchos sindicalistas son claramente parte del empresariado. Ya sea a través de esposas, testaferros e, incluso, mediante emprendimientos sindicales (como los hoteles de lujo que administra el sindicato de camioneros), estos dirigentes sindicales abandonaron la acción que beneficie a los operarios por especulaciones que aumenten sus propios favores conseguidos. Enquistados en sus sitiales de dirección del movimiento obrero, desde allí defienden las mejores condiciones para realizar los negocios que engrosen sus cuentas. Pocas veces esa externalidad a las clases laboriosas quedó tan en evidencia como en estos días. De cualquier manera, y como en el pasado (que tanto reivindica el oficialismo mediante la reconstitución de la Juventud Sindical, que en los años setenta se había dedicado a perseguir a los sectores combativos del movimiento obrero), estas direcciones gremiales apelan a todos los métodos necesarios para conservar sus negociados. Para mantenerse en el poder.

Es por eso que hoy, tanto como ayer, resulta necesario acabar con esta manera de construir el sindicalismo argentino. No sólo para que no haya más asesinatos, como el de Mariano Ferreyra, que lamentar, sino también por una necesidad estratégica. Rodolfo Walsh concluía su libro con la siguiente reflexión: “La comunidad capitalista no aparece cuestionada, la lucha de clases no es reconocida, la ‘paz social’ debe mantenerse, se quiere ser ‘factor de poder’ y no tomar el poder. Discutir el vandorismo desde la perspectiva de una teoría revolucionaria de la clase obrera es reencontrar uno por uno los viejos lugares comunes del reformismo, del sindicalismo burgués. En todo caso Vandor es derrotado por los hechos, además de la teoría. Es bueno, sin embargo, que los trabajadores aprendan a reconocer las ideas que conducen a esos hechos, y que sepan también que las ideas no son inocentes, que el desprecio por la ideología de la clase obrera es una promesa segura de traiciones, y que las traiciones no se consuman porque sí, sino en pago de algo. Bien lo dijo Amado Olmos, refiriéndose no sólo a Vandor, sino al grupo de jerarcas enriquecidos, de burócratas complacientes que lo han acompañado en sus aventuras: ‘Estos dirigentes han adoptado las formas de vida, los automóviles, las inversiones, las casas, los gustos de la oligarquía a la que dicen combatir. Desde luego con una actitud de ese tipo no pueden encabezar a la clase obrera’”. Estas palabras conservan toda su potencia en la actualidad. Basta reemplazar “Vandor” por “Pedraza”, por “Moyano”, por “Gerardo Martínez”, por “Omar Viviani”, por “Gerónimo Venegas”. Y de reemplazar estas direcciones sindicales por otras comprometidas realmente con la defensa de los intereses de los trabajadores depende, en gran parte, el futuro de la nación. Sobre estas premisas es que el título de este libro homenajea a la obra de Rodolfo Walsh.

Apuntes para la entrevista a José Pedraza

Trabajador del ferrocarril mantuvo conversaciones con Favale antes de su entrega. Juan Araya ofreció abogados a todos los sospechosos, al doctor Framont. Araya llamó a Luna para decirle que le transmitiera al gobierno que si no paraban de acusar ferroviarios iban a seguir parando. Y también, en un allanamiento, dijo que ya se liberaba todo, “así sacamos todo”. ¿Conoce a Araya, rol de Araya, apoderado UF y uno de los directores de Operadora Ferroviaria Sociedad del Estado?

SOCIEDADES – Fecha: 25/07/2008

OPERADORA FERROVIARA SOCIEDAD DEL ESTADO Constitución de Sociedad: 1) ESTADO NACIONAL, 2) Escritura Nº 75 del 04/07/02008, 3) Operadora Ferroviaria Sociedad del Estado, 4) Avenida José María Ramos Mejía 1302, C.A.B.A., 5) La Sociedad tiene como objeto la prestación de los servicios de transporte ferroviario tanto de cargas como de pasajeros, en todas sus formas, que le sean asignados, incluyendo el mantenimiento del material rodante, para lo cual podrá desarrollar todas las acciones que resulten necesarias o convenientes para la mejor realización de sus funciones, llevando a cabo los actos de administración o disposición que sean precisos para el cumplimiento de las mismas, incluso mediante la participación en sociedades o empresas, nacionales o extranjeras, con sujeción a lo dispuesto en la legislación vigente, y con los alcances establecidos en la Ley Nº 26.352 y sus normas reglamentarias, 6) La duración de la sociedad es de NOVENTA Y NUEVE (99) años, 7) El capital social se fija en la suma de PESOS VEINTE MILLONES ($ 20.000.000), y estará representado por la cantidad de VEINTE MILLONES (20.000.000) de certificados nominativos de UN PESO ($ 1) cada uno de propiedad del ESTADO NACIONAL, 8) La sociedad será dirigida y administrada por un Presidente y contará con un Directorio compuesto por TRES (3) Directores Titulares incluido el Presidente y TRES (3) Directores Suplentes quienes durarán TRES (3) años en sus funciones, pudiendo ser reelegidos indefinidamente. La fiscalización será ejercida por TRES (3) Síndicos Titulares y TRES (3) Síndicos Suplentes quienes durarán TRES (3) años en sus funciones. Los Síndicos actuarán como cuerpo colegiado bajo la denominación de Comisión Fiscalizadora. PRESIDENTE: Doctor MARCELO EDUARDO LÓPEZ ARIAS. DIRECTORES TITULARES: Doctora ALBA DEL VALLE THOMAS HATTI; Doctor JUAN ROSAURO ARAYA. DIRECTORES SUPLENTES: Licenciado EMILIO JAVIER ÁLZAGA; Ingeniero CARMELO VALENTIN NOCERA; señor RUBÉN OMAR VIDAL. COMISIÓN FISCALIZADORA, SÍNDICOS TITULARES: Contador Alejandro Fabián DIAZ; Doctor RICARDO GUILLERMO TONET y Contador WALTER ANTONIO PARDI, y SÍNDICOS SUPLENTES: Doctor JAVIER RODRIGO SIÑERIZ; Contadora Silvana María GENTILE; y Contador Néstor Luis FUKS, 10) Cierre de Ejercicio: 31 de diciembre. Ingeniero/Secretario de Transporte: RICARDO RAÚL JAIME, Secretario e. 25/07/2008 Nº 582.467 v. 25/07/2008

Fuente: Boletín Oficial de la República Argentina – Nro: 31454 del 25/07/08

Alfonso Severo denunció que una patota liderada por Saldaña, “Chuly” Carruega y Daniel “Santa Fe” Hess -barrabrava de Banfield- lo sacó a los tiros de su puesto.

Las contrataciones de gente perteneciente a las barras bravas del fútbol parece una constante. Favale, “Chuly”, Gabriel Sánchez no son hijos de ferroviarios.

José Luis García, jefe de Administración de Personal y Liquidación de Haberes. La subsecretaría de Transporte envía los fondos a UGOFE para pagar los sueldos del personal convencionado, los que están fuera de convenio que quedaron de la anterior gestión del Roca y el pago de los sueldos de otras empresas. Se envía a cada concesionario para que deposite el dinero en cada cuenta sueldo. Que había una diferencia del 30% entre lo que recibía UGOFE y lo que se pagaba a los empleados.

Raúl Oscar Castellano, secretario de medios de la Unión Ferroviaria, es presidente de Cooperativa Unión del Mercosur. El estatuto social queda asentado en Independencia 2880. También es director de Nuevo Central Argentino S.A. ¿Cómo se puede ser representante de los trabajadores cuando a la vez se es miembro de una empresa que contrata ferroviarios?

Polired, Aceros Zapla, Masa, Socorristas, tercerizados de SGC del Belgrano Sur, trabajadores en negro de los baños.

abril 10, 2011 at 1:10 pm Deja un comentario

La imaginación al poder

Realmente molestan ya, por su insistencia en el sentido común más ramplón, los informadores y periodistas “especializados” de los medios comerciales tan faltos de imaginación que insisten en presentar al Mayo Francés como una “revuelta juvenil”.

Si simplemente se detuvieran con un mínimo de interés sobre el contenido de la mayoría de las imágenes que acompañan sus dichos podrían advertir el carácter de movilización política de obreros y estudiantes, la huelga de millones, que ocupó las calles de París y otros sitios de Francia hace cuarenta años. Ése es el contenido real y social que llenó, hace cuarenta años, la fórmula “La imaginación al poder”.

May 23, 2008 at 11:33 am 1 comentario