Posts tagged ‘tortura’

Desde la cárcel de Villa Devoto, los estudiantes de Sociología en situación de encierro expresan su solidaridad con el compañero Jesús Cabral, víctima del terrorismo de Estado ejercido por las huestes penitenciarias de la provincia de Buenos Aires

Jesús, estudiante de Sociología (UNSAM) en la U48 (SPB) ha sido objeto en innumerables ocasiones de represalias por el sólo hecho de denunciar las injusticias y delitos cometidos por personal carcelario contra las personas detenidas y sus familias, es decir, por ejercer su derecho y obligación ciudadana frente a los atropellos y la indignidad de la institución penitenciaria.

Al día de la fecha ha sido trasladado no sabemos a qué cárcel del ámbito provincial, luego de una sesión de tortura que sufriera el día 17 de diciembre de 2011, la cual Jesús denunció ante la Procuraduría General de la Provincia de Buenos Aires y la UFI N ° 2 de San Martín.

No tenemos ninguna duda respecto de la responsabilidad política e institucional de las torturas infligidas a Jesús y su posterior traslado: desde el más infeliz de los agentes que empuñan el garrote hasta el gobernador de la provincia, pasando por la oficialidad a cargo del penal y, por supuesto, el ministro Casal, todos los funcionarios están involucrados, por acción u omisión, en la cadena delictiva que tortura y mata cada año a nuestros compañeras y compañeros.

La democracia en Argentina exhibe ya veintisiete años de ejercicio ininterrumpido, de los cuales los últimos ocho transcurren en manos de gobierno que más nietos ha recuperado de la oscura noche dictatorial. Sin embargo, de las cárceles argentinas no se ha retirado aún la dictadura y las prácticas cotidianas de represión y genocidio siguen vigentes.

Sostenemos que esto continuará mientras no se desmilitaricen los servicios penitenciarios del país, tanto el federal como los provinciales. Esta es una tarea en la que estamos abocados firmemente y que reclamamos a los legisladores nacionales y provinciales tomen como bandera.

Somos conscientes de que parte de quienes hoy ocupan cargos políticos nacionales y provinciales han pasado por la indescriptible experiencia de los chupaderos de la dictadura o son hijas e hijos de aquellas y aquellos militantes detenidos desaparecidos y exiliados entre 1976 y 1983. Es a ellas y ellos que les reclamamos su pronunciamiento hoy contra la misma raza de torturadores que operó contra la generación de sus padres, en la certeza de que todo preso es político en una sociedad cuyo pilar fundamental es el derecho privado sobre la propiedad y su motor principal la explotación del hombre por el hombre.

Exigimos a las autoridades políticas el reintegro de Jesús Cabral a la Unidad 48 del SPB como primera acción para restituir una mínima tranquilidad a su familia y a todas las personas que hoy reclamamos por la integridad del compañero.

Exigimos al SPB el cese de las represalias contra un luchador cuyo único pecado es el de defender los derechos de las personas detenidas.

Solicitamos la urgente intervención de los organismos defensores de los Derechos Humanos en este caso en particular y en todos los atropellos a la dignidad humana que día a día se cometen tras los muros de las prisiones.

Convocamos a los Centros de Estudiantes, Federaciones estudiantiles, agrupaciones docentes y de trabajadores que tantas veces nos han acompañado, a pronunciarse contra este acto de terrorismo de Estado y a sumarse al reclamo del compañero Jesús Cabral y de totas las personas que hoy nos ponemos hombro con hombro junto a él.

Estudiantes de Sociología en el Centro Universitario Devoto

(Programa UBA XXII-Educación en cárceles)

Cárcel de Villa Devoto, 09 de enero de 2012

enero 10, 2012 at 12:19 pm Deja un comentario

Los torturados, de Alberto DuBois, y otro capítulo del neo-revisionismo criollo en boga

En el recientemente aparecido volumen Cien años de cine argentino (Buenos Aires, Biblos-OSDE, 2011, 302 páginas) el especialista Fernando Peña escribió en su página 134:

 Las torturas de la sección especial de la policía peronista y en particular el caso del estudiante Ernesto Mario Bravo fueron tema de dos filmes estrenados en 1956, (…) Después del silencio y el muy superior Los torturados, de Alberto DuBois, que tiene toda la urgencia, intensidad y opresión ausentes en aquél. Además del caso Bravo, el film recrea otros, como el caso del dirigente disidente Cipriano Reyes y el de Oscar Martínez Zemborain, que se recrea a sí mismo y recrea los castigos que le propinaron. Irónicamente, mientras DuBois filmaba su denuncia, la policía de la dictadura mejoraba el ejemplo de la Sección Especial y ejecutaba la Operación Masacre luego documentada por Rodolfo Walsh.

Para que quede claro, pues,  Los torturados es una pieza dirigida por Alberto Dubois. DuBois nació en Bahía Blanca en 1921, y desarrolló una extensa carrera dentro de la industria cinematográfica criolla, como director, productor, guionista, asistente y ayudante de dirección, que lo llevó a brillar en los títulos de una gran cantidad de películas, algunas más interesantes que otras. En 1956, precisamente, dio a conocer Los torturados, con música de Carlos Iliana y fotografía de Enrique Ritter, más las actuaciones de Ricardo Trigo, Tito Alonso, Alberto Barcel, Gilberto Peyret, Carlos Benso, Dora Ferreiro, Norma Giménez y Oscar Valicelli, entre otros.

Es la hora y cuarto más jugada que DuBois se atrevió a filmar, y más allá de sus cualidades estéticas ocupa un lugar destacado en la historia del séptimo arte nacional en virtud de ser una de las primeras utilizaciones del medio para denunciar la tortura policial. Así, toma la forma de un semi-documental  que se apoya en el guión escrito por Ernesto A. Doglioli, un ex concejal justicialista, con el cometido –es bueno que el punto también quede claro– de “descubrir” para el público las barbaridades represivas ocurridas bajo el gobierno de Juan Perón. En estos días Los torturados se puede volver a ver en el canal de cable Incaatv en diversos horarios.

¿Por qué la insistente apelación a la claridad realizada anteriormente? Sucede que ayer nomás volvimos a ver la obra y hoy se nos ocurrió buscar información en la internet y encontramos “resúmenes” del tipo:

 “Una fuerza parapolicial dentro del peronismo se dedica a reducir y extorsionar toda clase de opositores, entre los que unos pocos se alzan para denunciar lo que está ocurriendo. El film, aunque tiene fines propagandísticos que ignoran deliberadamente parte de la realidad, está basado en casos documentados, como los del estudiante Ernesto Mario Bravo o del dirigente sindicalista Cipriano Reyes.”

Los torturados (1956) – FilmAffinity

“En vísperas del golpe del 55 la oposición al gobierno peronista es víctima de persecuciones oficiales y oficiosas, algunos  militantes son  secuestrados por la policía y torturados salvajemente. Éste es su testimonio.”

LOS TORTURADOS | INCAA TV

Hay algunas variantes por el estilo (del tipo de  esas que ni siquiera miraron la película), todas parecen provenir de una misma, única y pobre fuente y el subrayado es nuestro para que adviertan la tendenciosidad de las “modalizaciones” que buscan comprender el fenómeno en cuestión. Pero el premio mayor se lo lleva el propio Instituto Nacional de Cinematografía Argentina. Antes les reprodujimos una de sus entradas, observen ahora esta otra:

“La Argentina sometida a las fuerzas de la dictadura del 55, cuatro hombres son detenidos y torturados por el poder militar, años después recuperan un relato para sepultar el olvido.”

LOS TORTURADOS | INCAA TV, que después rebota y se reproduce en EscribiendoCine y otros…

Verdaderamente increíble. Los profesionales del serio e informado instituto que pagamos todos los argentinos afirma que Los torturados ¡¡¡no denuncia hechos ocurridos bajo el peronismo histórico sino que se los adjudica a la “Revolución Libertadora”!!!  Al parecer, la anécdota es una muestra más del virtuosismo de los neorevisionistas para dar cuenta de los avatares de la historia argentina y, de paso y sin malicia, por supuesto, tomarnos por boludos.

diciembre 23, 2011 at 1:29 pm 1 comentario

Universo Guantánamo: la tortura como ley y norma

La organización internacional de defensa de los derechos humanos Human Rights Watch acaba de publicar un informe en el que concluye, después de la investigación pertinente y citando las respectivas fuentes de origen de la información, que la Central de Inteligencia Americana, la famosa CIA, inauguró el nuevo siglo transfiriendo a por lo menos catorce prisioneros -tal es la cifra de los casos debidamente corroborados- a Jordania para que fueran interrogados y torturados.

Los “envíos” documentados comenzaron en el 2001 y, según sostiene Human Rights Watch, Jordania operó como prisión y centro de interrogatorios para la CIA desde entonces hasta el año 2004. Se especula, además, que ningún otro país tuvo detenidos a tantos prisioneros como Jordania durante este período.

Son tantas las noticias y denuncias que se han acumulado en estos últimos años para dar cuenta de las torturas auspiciadas por los ejércitos y servicios de seguridad de los países centrales, para obtener datos de importancia, quebrar militantes y lanzar una pedagógica campaña de terror sobre las poblaciones alertándolas sobre los que les puede llegar a pasar si no aceptan las condiciones que el capitalismo imperialista tiene reservadas para todos nosotros, que ya no tiene sentido hablar de excepciones o casos aislados sino que se trata de una normalidad que tiene la fuerza de ley general y una operacionalidad “científico-técnica” sistemática que la nutre y fortalece.

Hace un tiempo las series y películas nos enseñaban que la tortura era una rémora del pasado que ejecutaban siniestramente los inquisidores medievales, los nazis y estalinistas locos y los dictadores bananeros de las zonas más atrasadas del planeta, esto por un lado, mientras por el otro, el costado académico, los sociólogos y filósofos más modernos y aggiornados hablaban de represión soft y formas de dominación indirectas, internalizadas por los “dispositivos de poder”: hoy el rompimiento de los cuerpos es la herramienta dominante que utilizan los civilizados para que los bárbaros entiendan de una vez por todas en qué consiste el milagro de la democracia moderna.

Incluso ni siquiera necesitan hacerlo siempre, como en este caso, de manera clandestina, sino que naciones como los Estados Unidos e Israel se han preocupado de que sus respectivos parlamentos sancionaran las leyes “patrióticas” o de “máxima seguridad nacional” para legalizar así la práctica de tormentos sobre los prisioneros.

En el caso de Jordania, incluso se corporiza una tendencia más perversa aún, que consiste en la “tercerización” de la tortura por parte de las grandes naciones. Dado que si la tortura se realiza en los territorios de los Estados Unidos o Gran Bretaña se corre el riesgo de que los medios se enteren, difundan la información y la “opinión pública” exprese su desaprobación, algunas organizaciones comiencen a levantar obstáculos legales citando a Johan Stuart Mill, Abraham Lincoln y etcéteras, pues entonces es mejor desplazar la tarea hacia alguna república sangrienta que, total que le hace una mancha más al tigre, no presenta mucho problema para hacerse cargo porque sabe que más temprano que tarde llegará la retribución por el servicio prestado.

abril 10, 2008 at 7:05 pm Deja un comentario

Listado de «canciones de tortura» del ejército de los Estados Unidos incluye a los Bee Gees, Eminem y Bruce Springsteen

La revista Mother Jones ha recopilado y acaba de difundir una supuesta “lista de tortura” integrada por el conjunto de canciones que las fuerzas armadas estadounidenses y la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de ese país han utilizado durante los interrogatorios para desorientar a los detenidos y para que no se escucharan sus gritos.
La lista incluye la canción “America” de Neil Diamond, “Born in the USA” de Bruce Springsteen, “White America” de Eminem, “Staying Alive” de Bee Gees, la célebre canción-presentación de Calle Sésamo, el tema de Barney y un comercial de Meow Mix.
Según los comentarios de la prensa de los Estados Unidos, como por ejemplo Democracy Now!, rodeado del comprensible enojo de la mayoría de los mentados artistas cuando la noticia se difundió, medio en serio medio en joda al menos uno de los músicos está contento de que su canción fuera utilizada durante los interrogatorios.
Lo cierto es que tentando el humor negro más macabro, tal vez de manera irónica, tal vez tratando de exorcizar el horror con un particular maquillaje estético, Steve Asheim, el baterista del grupo Deicide (abajo, como cierre, va la tapa de uno de los discos más conocidos del grupo; arriba, una imagen de un detenido iraquí en la cárcel de Abu Ghraib) dijo: “Está bueno. Si estamos a la altura de los estándares militares de maltrato auditivo, me hace sentir que Deicide está haciendo su parte para los soldados”.

marzo 9, 2008 at 12:18 pm Deja un comentario