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La lucha estudiantil cobra su primera víctima mortal en Honduras

(Red Morazánica de Información. Tegucigalpa, 23 de agosto)- La lucha que por la defensa de la educación pública en Honduras ha cobrado su primer víctima mortal en el Occidente del país.

Según información difundida por responsables del Frente Departamental de Resistencia Popular en Santa Bárbara, el joven Nahúm Guerra de 17 años, estudiante de segundo año de agronomía en la Escuela Agrícola «Pompilio Ortega» de Macuelizo, Santa Bárbara, fue cobardemente asesinado la noche del 22 de agosto.

El hecho ocurrió cuando Guerra junto a otros compañeros hacían guardia en el portón del instituto, que se mantiene tomado por los estudiantes, ubicado frente a la carretera internacional de Occidente cuando desde un vehículo un desconocido les gritó «huelguistas» acto seguido procedió a disparar contra los jóvenes estudiantes, hiriendo a Guerra en el pecho y brazo.

Los estudiantes de la Escuela Agrícola «Pompilio Ortega» se unieron a las acciones que desde hace cuatro semanas, mantiene el sector estudiantil en defensa de la educación pública, en el marco de estas acciones Guerra y demás compañeros se tomaron las instalaciones de dicho instituto, sin imaginarse que la intolerancia provocada por la campaña mediática contra los jóvenes manifestantes orquestada por los medios de «comunicación» al servicio de la oligarquía le costaría la vida.

 Al día siguiente, estudiantes de diversos colegios públicos de la ciudad capital del país centroamericano se movilizaron hacia los bajos del Congreso Nacional,  exigiendo un documento en el que se asegure el retiro definitivo del anteproyecto de Ley General de Educación, la salida de Alejandro Ventura del Ministerio de Educación y el cese a la represión estudiantil.

Grande es la desconfianza en las promesas oficiales, así que: “Exigimos que por medio de un decreto nos aseguren que la ley no se aprobará”, manifestó el dirigente estudiantil Josué Aguilar.

agosto 24, 2011 at 9:53 pm 1 comentario

Ochenta mil estudiantes secundarios tomaron sus colegios y paralizaron las clases en defensa de la educación pública en Honduras

El levantamiento de los estudiantes secundarios y universitarios chilenos golpeó al gobierno de Sebastián Piñera y lo obligó a cambiar su gabinete y echar por la borda al encargado de la educación nacional, Joaquín Lavín. Una rueda similar parece estar rodando en Honduras.

El ministro de educaciones llama en este caso Alejandro Ventura, un personaje que no titubeó en apropiarse del cargo no bien le fue ofrecido por el presidente Porfirio Lobo, como premio al buen desempeño desde el golpe de Estado del 28 de junio de 2009. Durante la gestión de Manuel Zelaya por lo menos se había logrado preservar el Estatuto del Docente y conseguir algún aumento de sueldo para los maestros; por el contrario, el publicitado como Plan Estratégico del régimen de Lobo calcula la privatización completa de la educación pública. Por todo esto Ventura es una de las figuras más odiadas por estudiantes y docentes, quienes exigen su renuncia hoy en las calles y aulas de Tegucigalpa y otras ciudades hondureñas.

Los estudiantes secundarios llevan ya quince días de toma de sus colegios en defensa de la educación pública. Han declarado que: “¡Vamos a resistir hasta la muerte y si es necesario, con nuestra sangre vamos a pagar!”.
El Frente de Acción Revolucionaria de la Secundaria de Honduras -FARSH- es la organización que encabeza la lucha estudiantil.
Las tomas y movilizaciones con el correr de las semanas han comenzado a desarrollarse en forma coordinada con Padres y Madres de Familia y de los sindicatos magisteriales.

Se calcula que son 80 mil los secundarios que desde hace dos semanas han tomado sus colegios y paralizado las clases.

Las condiciones económicas, sociales y políticas empujan los reclamos de la juventud latinoamericana y su repudio contra la política de ajuste que busca privatizar la educación sea como sea. Lo que queda claro es que ni Honduras ni en Chile o cualquier país del mundo le va resultar fácil a las clases gobernantes imponer tamaña “solución”.

agosto 11, 2011 at 9:46 pm Deja un comentario

Honduras: maestros suspendidos se declaran en huelga de hambre indefinida y en estado de calamidad

De acuerdo a la información distribuida por la Red Morazánica de Información, desde Tegucigalpa y con fecha del 9 de mayo, son varios los maestros suspendidos de sus labores por uno, dos y seis meses, que dieron inicio el pasado miércoles 4 de mayo a un ayuno voluntario por 24 horas que ahora han extendido al declararse en huelga de hambre indefinida y en estado de calamidad.

Leer la nota completa aquí.

May 13, 2011 at 12:37 pm Deja un comentario

Carlos Fuentealba se llama también Roger Abraham Vallejo y ha vuelto a ser asesinado en Honduras

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Vallejo

Cuando el maestro Carlos Fuentealba cayó  asesinado en una ruta de Neuquén fueron cientos, fueron miles los que lloraron su muerte. Fue un llanto, un grito tan fuerte que su eco todavía no se ha secado. ¿Cuántos miles y cuántos cientos lloran y gritan en las calles de Tegucigalpa por la bala que le quitó la vida al maestro Roger Vallejo? Deben ser los mismos y muchos más.

Desde que la bala de la policía provincial mandada por Jorge Sobisch fulminó a Carlos Fuentealba son cientos y miles los que han jurado sobre las tizas ensangrentadas no detenerse hasta que sus asesinos, pero sus asesinos de verdad, paguen las cuentas que deben pagar. ¿Cuántos miles y cuántos cientos ocupan ahora las calles de Honduras para exigir que los asesinos de Roger Vallejo paguen su muerte ya?

Unos y otros; ayer, hoy y siempre, aquí y allá, los cientos y los miles repiten furiosos ¡No pasarán!

agosto 2, 2009 at 4:58 pm Deja un comentario

La iglesia de Honduras con los ricos y los militares (como toda iglesia latinoamericana a lo largo de la historia)

Las conferencias episcopales de casi todos los países latinoamericanos se han pronunciado a favor y en solidaridad con las declaraciones golpistas del cardenal hondureño Oscar Rodríguez Maradiaga y su tropa de negro.

Los últimos días de junio y casi como un prólogo al golpe militar monseñor Darwin Andino, obispo de Tegucigalpa, pontificaba: «Lo que se ha dado en Venezuela se está dando en Honduras, se dio en Bolivia y en Ecuador. Yo aquí en todo miro la mano del presidente venezolano Hugo Chávez y el país no se puede entregar al chavismo ni a nadie, pues queremos seguir siendo libres e independientes». Una declaración de guerra, un llamado a la destitución de Zelaya.

Como desde los Estados Unidos y del conjunto del establishment político se hizo hincapié en el “espíritu legalista” y la acción “acorde a la ley” llevada adelante por los golpistas, tratando de guardar las apariencias, Andino sostuvo  en consonancia que Zelaya «ya no se desempeñaba como presidente de la República»; agregó que «las instituciones del Estado democrático hondureño están en vigencia» y «sus ejecutorias en materia jurídico legal han sido apegadas a derecho…». Verdaderamente increíble.

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Se trata, claro, de la misma iglesia que en su momento bendijo a Augusto Pinochet y Jorge Rafael Videla, y ayer nomás acompañó el levantamiento de la derecha en Santa Cruz de la Sierra contra el gobierno de Evo Morales, para mencionar algunos ejemplos de su performance reaccionaria ejecutada desde que América es América.

En la medida en que la manifestación  popular se mantiene las amenazas clericales se han ido torciendo hacia la forma de una suerte de consejo desmovilizador. Así Rodríguez Madariaga instó públicamente a Zelaya para que “reconsiderara” su regreso porque «podría desatar un baño de sangre. (…) por favor medite, porque después sería demasiado tarde». “Hasta el día de hoy no ha muerto un solo hondureño”, agregaba mintiendo descaradamente , obviando los mil episodios de la represión estatal que se suceden cada día y con la única intención de impulsar el miedo para que los trabajadores no continúen con sus huelgas y las masas en la calle.

julio 31, 2009 at 1:11 pm 1 comentario

El “golpe” en Honduras, los medios, la trama y el revés

Los eventos que se desarrollan desde hace unas semanas en Honduras procuran al observador atento un buen ejemplo del funcionamiento de los medios; ofician como la mostración amplificada de su hilacha y sus rengueras.

Sucede que desde hace por lo menos dos décadas las diversas formas de la prensa y sus sesudos analistas vienen fatigando a la población del continente americano acerca de las bondades de la democracia institucional. No vamos aquí a detenernos a analizar la naturaleza y el carácter democrático de tales “democracias”, sino que lo que se pretende subrayar es el argumento que, frente a cualquier levantamiento social, represión salvaje, huelga masiva, crisis política, catástrofe económica o etcéteras por el estilo, sostiene que lo más importante es preservar, justamente, esas instituciones democráticas “que tanto ha costado conseguir” y que lo demás puede esperar y quedar supeditado a tal necesidad prioritario. Por lo tanto ya bien puede ir la gente saliendo de las calles y volviendo a sus casas…

Ahora bien, llega el golpe de Estado cívico-militar en Honduras y ¿qué hacen los medios (argentinos y, hasta donde sabemos, de buena parte de América)? Pues repudiarlo, según dictaba el guión mencionado y era esperable por lo tanto que así sucediera. Pero ocurre que a poco andar -es decir durante la jornada siguiente- advierten que no se trata de un “golpe” común, que las burguesías de los diversos países dudan frente a su caracterización y en muchos casos lo ven, aunque fingiendo mirar hacia otro lado, con verdadera simpatía. Un comportamiento que incluso se detecta en los mismísimos Estados Unidos, pese a que las declaraciones diplomáticas y las gárgaras de Hillary Clinton y Barack Obama maquillen un poco la cuestión con su belcanto.

De pronto los medios, entonces, casi al unísono, cambian sus títulos y copetes, y en lugar de “golpe” y “gobierno de facto” empiezan a hablar de “crisis política”, términos más o menos.

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En el caso argentino los vaivenes se acentúan a partir de los ampulosos anuncios de la presidente Cristina Kirchner de que va a viajar para acompañar al depuesto primer mandatario en su vuelta al terruño y el sillón del mandamás. Pero el viaje aborta y los periódicos y las radios y los noticieros de la televisión recolocan su lengua y estrategias. Ahora ya no es muy claro si en Honduras hubo o no un “golpe”.

Para colmo, y con el telón de fondo de la ONU, Arias, otro presidente de largo curriculum como intermediador en América Central, se lanza a la arena para ofrecer sus buenos oficios y acercar las posiciones entre el presidente sacado y el nuevo presidente asumido. Los medios dudan sobre el vocabulario a utilizar para cubrir el evento, dado que al comienzo habían enfatizado que el “nuevo”, producto del “golpe”, era ilegal y sólo era “legal” el antiguo, ¿cómo carajo justificar ahora que a través de la mediación se les dé igual entidad a los dos? ¿No es de hecho un modo de convalidar lo que, unos días antes, se aseguraba que no podía ser convalidado bajo ningún punto de vista?

En fin, la trama y el revés: es hasta gracioso observar de qué manera estos hechos -la historia, en fin- que escapan a los esquemas ideológicos y retóricos que los medios han sabido elaborar con paciencia los ponen en cuestión y denuncian su raíz profunda. Porque lo que queda claro es que el tambaleo y los sacudones bruscos se explican por la necesidad inmediata de adecuarse a la “línea” -más o menos directa o como decidida insinuación- que dictan los poderosos. Un puro ejercicio de ventriloquía. El resto, como siempre, son sólo banderitas y globos.

julio 15, 2009 at 4:48 pm Deja un comentario

Paredes

«Latinoamérica no es cuartel»

(Escrito con pintura negra sobre la pared blanca de una casa en Tegucigalpa por un grupo de jóvenes de entre los miles que en estos días se han movilizado contra el golpe militar en Honduras.)

julio 11, 2009 at 2:26 pm Deja un comentario

Honduras, el garrote y la zanahoria

“En el surco trazado por este macaneo, se ha sembrado la idea de que Estados Unidos no ha tenido nada que ver con el golpe de Estado en Honduras. Es una forma de decir que ‘la embajada’ ya no es más lo que era y que los golpistas son leones sin dientes ni garras. En realidad, las gestiones diplomáticas para reponer al presidente Manuel Zelaya se han transformado en el medio fundamental para imponer la victoria política de sus adversarios, la oligarquía golpista. Como informa Clarín del primero de julio, Zelaya prometió en Washington ‘que no buscará la reelección y que, al finalizar su mandato en enero, vuelve a su casa’. O sea que el destituido tira la chancleta antes de haber obtenido la más mínima concesión de sus enemigos.”



Más: “Las maniobras diplomáticas se despliegan (…) el objetivo de ellas es neutralizar la posibilidad de un levantamiento popular en Honduras, con la zanahoria de una salida ‘más económica’, de origen internacional, y también los ajetreos diplomáticos de Chávez y de los mandatarios del Alba. Pero es claro que el golpe tiene el apoyo de toda la gran burguesía de Centroamérica y más allá de ella de toda América latina, porque responde al propósito fundamental de la burguesía internacional de aprovechar la crisis mundial para revertir los procesos ‘bolivarianos’ en su conjunto”, escribió Jorge Altamira (“Honduras o el cuento de la no intervención norteamericana”), en Prensa Obrera del jueves 2 de julio de 2009.

Las observaciones son por demás justas, no sólo por lo sucedido en los días siguientes y hasta hoy, sino también porque posibilitan percibir con claridad que el panorama de “tranquilidad continental” y búsqueda de “consensos pragmáticos y civilizados” que, según los analistas políticos de todos los días, se abrieron con la llegada de Barack Obama al gobierno, el inminente cierre de la prisión de Guantánamo y el levantamiento del bloqueo a Cuba y “señales” por el estilo, es una pura espuma.

Debajo, se agitan las aguas de la crisis política que atraviesa al conjunto del continente americano, los Estados Unidos incluidos. Ellos, al igual que nosotros y los otros, no saben muy bien qué hacer y lejos parecen estar de tener posiciones únicas respecto, salvo en lo que respecta a aquella máxima que reza que hay que detener a toda costa las movilizaciones populares que no estén claramente encuadradas por el poder.

julio 11, 2009 at 2:21 pm Deja un comentario