Fukkeduk, Ornithozozy

diciembre 8, 2008 at 12:37 pm Deja un comentario

Fukkeduk es una bien interesante banda de músicos belgas cuya única aventura grabada fue producida por Nick Didkovsky, el guitarrista y compositor de Doctor Nerve. Y el resultado demuestra que no constituyen monopolio exclusivo de Nueva York ciertas mezclas estéticas extrañas e hipnotizantes, hay también en la menos publicitada y por ende poco conocida Bélgica un pequeño pero bien fértil movimiento que alberga desde hace ya algunas décadas una producción de música experimental y de vanguardia que gusta de las más imprevisibles fusiones de rock, jazz, “clásico” y ritmos folklóricos, todo aderezado con cierta irreverencia de cuño dadadísta; Fukkeduk es uno de los mejores frutos de ese árbol europeo.

El único disco que conocemos de esta banda, y que estimamos que es el único que existe y que aquí comentamos, se llama Ornithozozy, o sea que fue bautizado a partir de una mínima torción sobre el nombre de un clásico de Charlie Parker, como para ir entrando en clima. Es de 1994, y para ver cómo viene la mano basta escuchar con atención el arranque agresivo de las cuerdas en el tema “Luis Cxiv”, que de pronto se ve atravesado por el saxo que trae cierto aire de la Europa oriental hasta que la batería le da un quiebre de inspiración más rockera al conjunto, más el modo en que a poco andar todo se detiene para que vuelvan las cuerdas, y así siguiendo.

Un aluvión de guitarras que suenan bien fuertes (por momentos recuerdan los primeros discos de Jan Akkerman con Focus) y se mezclan con los pellizcos en violines y cellos (“Cochonet”) que se interrumpen para que se filtre la risa y la tos, como si a quien escucha le hiciera falta alguna pista para advertir que los Fukkeduk han aprendido la lección de que el humor muchas veces le sienta bien a la música contemporánea. No se necesita agregado de huella alguna para advertirlo en los seis minutos de “Orthoké!”, sobre todo a partir de los arreglos del saxo que asoma en el medio de la canción, esa cosa de dibujito animado que desde Don Byron y John Zorn suele ser tan recurrente.

Hay un gran trabajo del trompetista y flügelhornista Bart Maris, como demuestra de manera imparable en “L’Homme que Revait de Mettre le Lune dans as Poche”; y no se quedan atrás el saxofonista Nicolas Roseeuw y el impecable trabajo del bajista Kristof Roseeuw.

En fin, un disco bárbaro.

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