Las heroicas putas de San Julián, según Osvaldo Bayer
abril 19, 2008 at 11:34 am 2 comentarios
Del volumen en cuestión queremos destacar una suerte de prólogo en el que Osvaldo Bayer reúne básicamente dos anécdotas. Una de ellas es la que resumimos a continuación.
El 17 de febrero de 1922 cinco meretrices echaron del burdel a los militares que acababan de asesinar a más de 1500 obreros huelguistas de la Patagonia argentina. El teniente coronel Varela había autorizado a sus hombres a concurrir al prostíbulo en cuestión como para matar el tiempo mientras esperaban el transporte que los regresaría a Buenos Aires después de la sangrienta tarea represiva cumplida. Así, pues, se le avisó a Paulina Rivera, quien era la propietaria de la “casa de tolerancia” conocida como La Catalana; pero cuando los hombres de armas se arrimaron al sitio la propietaria debió salir para comunicarles la mala nueva de que sus muchachas se negaban a prestar servicio.
Al parecer los soldados tomaron tal decisión como un insulto a la patria e intentaron meterse en el lugar a la fuerza, pero se encontraron con la férrea resistencia de las cinco mujeres que les gritaban “asesinos”, “porquerías”, “con asesinos nosotras no nos acostamos”, “cabrones malparidos”, mientras procedían a correrlos con escobas y palos.
El alboroto hizo que finalmente se acerca la “autoridad”, así que las mujeres y los músicos del lugar terminaron presos.
Según el acta levantada en la comisaría de San Julián, las cinco rebeldes fueron María Juliache, española, soltera y de 28 años; Ángela Fortunato, argentina, casada y de 31; Consuelo García, argentina, soltera y de 21; Amelia Rodríguez, argentina, soltera y de 26, y Maud Foster, inglesa, soltera, de 31 años y “buena familia”.
Las metieron en un calabazo bien chico, les pegaron, les arrojaron agua fría y les quitaron la libreta sanitaria, por lo cual para poder seguir trabajando días después las mujeres debieron marchar hacia Viedma y Ushuaia. Según cuenta Bayer, treinta años más tarde, la Forster regresó a San Julián y se convirtió en madama de La Catalana.
Como cierre el autor de La Patagonia trágica comenta que en la actualidad estudiantes y vecinos del pueblo de la provincia de Santa Cruz planean levantar una estatua en memoria de la acción histórica y valiente de las cinco mujeres, un homenaje a aquellas putas de San Julián.
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1. Sor | julio 24, 2012 a las 2:59 pm
Brillante resumen. Claro e interesantisimo. Gracias.
2. Viedma putas | Topimage | septiembre 11, 2012 a las 11:39 am
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